viernes, 10 de junio de 2011

Veo como duermes plegando tu piel, enredando los sueños en tu pelo. Tu presencia se dilata en mi alma y casi no veo pero encuentro tus labios, hablame de esa ciudad que ya no es como recordamos, que se quedó suspendida en mi recuerdo como lágrimas de resina que no resbalan por mi cara, suspendidas para siempre en mis ojos.

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